Los vecinos

miércoles, 27 de febrero de 2013

Giros

Sonaba Alondra Bentley y su "Human" cuando llegó a su destino: el pequeño bosque de acebuches y encinas que custodiaba el Corazón de Jesús de piedra que se erigía como un sueño sobre los campos de hierba. 
Le faltaba la respiración pues había forzado ligeramente la última serie de su rutina de entrenamiento con tres minutos de carrera en lugar de dos: estiramientos cinco minutos, caminar a paso rápido cinco minutos, trote dos minutos, caminar a paso normal tres, carrera, dos minutos, alta velocidad un minuto, otra vez trote cinco. 
Sudaba, le estallaba el pecho, se notaba las mejillas encendidas y los dedos de las manos se habían hinchado ligeramente. Intentó hacer rodar su anillo de boda. Siempre lo hacía cuando estaba en una situación difícil. Su dedo estaba tan hinchado que apenas se movió. Sonaba Alondra Bentley en su iPod, se quitó un auricular y se sentó a los pies del cristo. Le dolían los gemelos. Escondió su cabeza entre las piernas, todo le daba vueltas. Y entonces empezó a llorar, lágrimas que no cesaban, que mojaban su camiseta mojada, que se colaban en su boca y la llenaban de mar. Las pulsaciones no lograban bajar en esa situación. Pasó un buen rato hasta que logró calmarse y el pecho dejó de escocer. Entonces, enderezó su espalda, alzó su barbilla al cielo y miró la estatua con desesperanza.
- ¿No puedes verme? -preguntó en un susurró. Se quitó el otro auricular pero no apagó la música. La escuchaba lejos, vibrando en su cintura, como un coro de ángeles.
- ¿No puedes oírme? -volvió a preguntar. ¿Sabes? Creo que ha llegado el momento. No sé si todo era una prueba para permanecer o para cambiar, todavía no lo sé y por tanto no sé si finalmente he fracasado o he vencido al fin, pero llegó el momento. No puedo más, no puedo seguir con esto. Él se ama más a si mismo. Oh, no, no es eso, tú lo sabes, no es que se ame más a si mismo, es que ama más a su orgullo. Eso es más importante que todo lo demás. Yo confiaba...Han pasado tres años. Han pasado catorce. Tú sabes todo lo que he aprendido. Más que él. Él no quiere aprender. Llegó el momento...
Permaneció en silencio. Le hubiera aterrado escuchar una respuesta y al mismo tiempo la esperaba. 
De pronto escuchó un leve crujir de hojarasca. Se levantó de un salto pensando que pudiera ser una rata. El ruido venía de la cara posterior de la enorme escultura. Cautelosamente y con el corazón palpitando giró hacia allí. 
Y descubrió un ciclista que recogía su bicicleta intentando no hacer mucho ruido, avergonzado por haber tenido que escuchar la confesión.
Ella enrojeció de vergüenza y balbuceó un perdón. Él también se disculpó. 
Y así era como contaban a sus hijos, diez años después, cómo se habían conocido.

martes, 26 de febrero de 2013

Deka Dance

Desde que se había quedado en paro se pasaba las tardes sentado delante de la ventana de la terraza mirando cómo los pájaros picoteaban semillas que no barría, escarbaban la tierra de las macetas, se peleaban frente a sus narices o se amaban. Su favorito era el mirlo hembra color grisáceo, muy joven, con una mancha blanca en las alas; los más graciosos eran los gorriones, tan nerviosos, tan comunes. Los contemplaba tan quieto que ni les asustaba, era un reflejo borroso al otro lado del cristal. Y así pasaban las horas, sin hacer nada, ni lamentarse de su presente, ni planear ningún futuro. Hasta que una inesperada helada acabó con su amada mirlo y, sin meditarlo, solicitó en la oficina de desempleo que se le abonara todo su capital pendiente en una sola cucharada con la idea de volverse emprendedor, él, a sus 45 años, con su carácter derrotado, su indolencia, su poca iniciativa. Abriría el Deka Dance, un local de copas como tantos otros, con música impredecible y diversa -tal vez Love Song de The Cure, Strawberry fields de The Beatles, la tierra de los sueños de La Dama se esconde, Bring to me life de Evanescence, algún fado de Mariza...- y decoración decadente, claro, rojos y negros, rincones oscuros donde emborracharse hasta la madrugada y una pared de pizarra para escribir en ella. 
No imaginó que algo tan impulsivo, casi destructivo, acabaría solucionándole la vida. "El Deka" pronto fue conocido en toda la ciudad y allí acudían todos los jóvenes que querían tener más edad, y todos los viejos que querían volver a la adolescencia. Tuvo su década dorada, al fin. 
Todas las semanas copiaba en una libreta los mensajes escritos en la pizarra. Después la borraba y la dejaba limpia para que, de nuevo, todos plasmaran sus ansias, sus miedos, sus deseos, sus juegos de palabras, sus confesiones.
Cuando el local empezó a decaer, cerró sus puertas sin lamentaciones ni dudas, se encerró en su casa a redactar la gran novela extraída de todos los apuntes que durante más de una década copió de los otros y su pizarra, y la presentó al premio Planeta. Tenía 58 años entonces, la barba grisácea, las entradas prominentes y poco pelo lacio, que apenas recordaba al rubio vikingo que tuvo de joven, la nariz y las orejas más grandes y caídas, la boca más relajada y sonriente que nunca. Ganó, por supuesto.

domingo, 24 de febrero de 2013

El usurero

Creció pobre, en un hogar sencillo y austero que conservaba todavía un baño antiguo, nada más que un agujero en un escalón, una boca negra y maloliente que, de cuclillas, sin posar su piel, visitaba cada día un par de veces, sobre todo en invierno, ya que la vieja casona tenía un baño más moderno, con sus sanitarios blancos y sus baldosas de damero, pero en el patio, lo que lo hacía realmente incómodo esos días helados de invierno o en las noches, casi todas.
Creció pobre, como digo, comiendo patatas, mendrugos de pan duro con pimienta roja, frutas robadas, y por eso le acompañó siempre la pobreza y la carencia. No importaba cómo había cambiado su vida, si pudo levantar un negocio modesto pero exitoso, si pudo comprarse un coche oscuro de gama alta, si pudo tener un hermoso ático en el piso 14 de aquella ciudad reconocida, si pudo robar un hijo y salir impune. Siempre le acompañó la carencia. Y todas las decisiones que fue tomando en su vida, inflexible, le mantuvieron unido a ese agujero abierto lleno de heces.
- ¿Pero cómo puedes hacerme esto? -le increpó el compañero después de leer el documento que había redactado y esperaba su firma. - esto simplemente es usura: si haces que las cantidades que te pago para saldar la deuda sean sólo en concepto de intereses, nunca podré saldar mi deuda. 
- Eso es lo que acordamos -sentenció él impasible.
- ¿Pero y nuestra amistad? Acepté tu ayuda pensando que me la ofrecías honestamente...te pido que lo reconsideres.
El otro, contundente, cruzó los brazos sobre su pecho y le mantuvo la mirada sin responderle.
- Hubo un sabio moribundo -empezó a hablar el agraviado- que quiso dar una última enseñanza a su discípulo: mira en mi boca, le dijo, ¿ves la lengua?. Sí, contestó el aprendiz de sabio. ¿Y ves los dientes?. No, maestro sois muy viejo, ya no hay dientes. Sólo la lengua permanece, dijo el sabio, porque es flexible. Todo lo duro e inflexible cae fácilmente.
Aquel continúo sosteniéndole la mirada. No decía nada, pero en su interior hervía de rabia. Quería decirle que lo envidiaba, por su paz interior, por su mujer buena, por su alegría, por su fe, por no tener un agujero de heces en el pecho que le obligase todos los días a convertir el oro en mierda. Pero no dijo nada, no varió su camino y finalmente recibió su dinero y perdió un compañero eficiente y un amigo excelente y le regaló una gran enseñanza al otro y, de nuevo, cayó en el negro excusado y en su permanente carencia.


viernes, 22 de febrero de 2013

AMBIVALENCIAS

I.
- Todo lo que no cuesta no tiene valor, sólo lo que requiere esfuerzo, dolor y aprendizaje vale la pena
- Hay que ir por el camino que no cuesta, ¿o acaso te cuesta respirar?

II.
-Sólo tienes que desear algo de corazón y lo conseguirás: el mundo es el que pensamos.
- Por mucho que pensemos, la realidad es la que es.

III.
- Sólo mirando con los ojos del corazón encontrarás la verdad.
- Sin razón, el sentimiento es un caballo desbocado que te lleva al abismo.

IV.
- La verdad no existe: todo es del color según el cristal con que se mire.
- Si quieres conseguir algo, sigue tu verdad, lucha por ella.

V.
- Cualquier tiempo pasado fue mejor
- Hay que mirar al futuro para avanzar.

VI.
- Recordar es volver a vivir
- "Nunca el tiempo perdido es peor que el perdido en añorar"

VII
- Amor, ¿me sostienes?
- Que esperes sostén del amor lo hace convertirse en dependencia.

....yo quería escribir hoy un cuento chino alegre o seductor, pero sólo me ha salido esta reflexión ...deprimente?

NANOCUENTOCHINO

La tortuga caminaba despacio por el sendero de la izquierda. El mono, pasó brincando, a toda velocidad, y bajó por la derecha. El sol se puso en el horizonte tres horas después.

martes, 19 de febrero de 2013

Mis ganas de que sea

Yo te pienso como un ser bueno y me lo creo. Sin embargo nunca ha habido nada más que mis ganas de que sea.
(Mi cabeza volteando sola cuando nos despedimos, sin voluntad mi cabeza, para mirarte otra vez, y detenerte en mis ojos).
Por favor...

domingo, 17 de febrero de 2013

Domenica strana


En sueños, habla con ella todo lo que no le dice nunca. Conversan ahora por teléfono, cariñosos, cada uno en el mismo lado de sus camas distintas a tantos kilómetros de distancia. Gracias por tu llamada, le dice ella y las mariposas le acarician el estómago mientras siente libremente el amor, más tierno que lascivo, que en la vigilia normalmente reprime. 
De repente, flash! de nuevo la lámpara con sensor de presencias del pasillo se dispara. Ese chasquido lumínico es suficiente para sacarla de un sueño que parecía tan profundo. Abre los ojos, mira el reloj de la mesita, las 6 en punto de la mañana, se incorpora y ve la luz encendida al otro lado de la puerta abierta, escucha, no se oye nada, mira, no ve nada. No piensa en ningún ladrón, sino en su amigo-amiga-fantasma que la visita una noche cada varios meses, siempre a la misma hora, olvida preguntarle qué quiere, se acurruca de nuevo, tiene frío, un poco de miedo, se duerme...
Unas horas después, empieza su día, es domingo y decide visitar el cementerio, no sabe muy bien por qué. Es un día de temperatura templada, parece primavera aunque los grises nubarrones del horizonte anuncian una próxima tormenta invernal. Mira las cruces recortadas en el gris plomo del cielo, los ángeles, se lamenta de no haber traído la cámara de fotos y apunta en su lista mental de temas pendientes hacer un catálogo de ángeles cementeriales. Se entretiene leyendo los epitafios, obviando las fotos de los fallecidos que le producen escalofríos, buscando los detalles esculpidos más originales, sus apellidos, las lápidas más antiguas. En una tumba de principios de siglo XX lee un epitafio larguísimo y elogioso a un condecorado luchador de la guerra de Cuba, ingeniero de ferrocarriles, ilustre descubridor de la "Mano negra". Le entra un escalofrío, no sabe qué significa esa frase y piensa en organizaciones masonas, pero no entiende nada. Anota en su lista mental de temas pendientes buscar información sobre el tema. 
Sigue su camino buscando la sepultura familiar, la encuentra cerca de las tenebrosas catacumbas de nichos antiguos, en una esquina cerca del mejor panteón y de la tumba del cantante de ópera Francesco Uetam. Es la única tumba de la época que no tiene hierros forjados modernistas de lineales cuadrados o flores retorcidas, sino simples notas musicales. Su ángel negro es arpista, pero el instrumento ya tiene las cuerdas rotas y el musgo le cubre las alas. Siente desolación. Regresa a la tumba familiar, le es ajena, reza un padrenuestro, sigue sintiendo que allí no hay ninguna alma, escucha un ruido entre la hojarasca, ve una sombra de reojo, gira la cabeza y descubre una gallina caminar parsimoniosa entre las tumbas. Es negra, con el pico rojo, pero no le produce ningún miedo, con esos pasos cortos y sus alas pegadas al cuerpo, un poco en jarras. Todo le resulta tan extraño que no puede evitar autoabrazarse en un gesto cauteloso que le hace sentir su propio calor, constatar su presencia. Las palomas vuelan sobre las cúpulas escamadas de los panteones. Y como el cielo cada vez se densa más, ella decide volver a casa mientras anota en su lista mental de temas pendientes enviar a su amor soñado un cariñoso correo.

miércoles, 13 de febrero de 2013

AMOR

Aprenderme, aprenderte y aprender; sostenerme, sostenerte y sostener; tenerme, tenerte y tener; sentirme, sentirte y sentir; darme, darte y dar; soñarme, soñarte y soñar; sernos, ser...

Y a pesar de eso, amor, para nosotros amar es esto, siempre esto, sin cambiarlo, siempre lo mismo...estúpidos...necios...siempre lo mismo

martes, 12 de febrero de 2013

Cuatro años sin ti

Decimos cuatro gatos, cuatro perras, para expresar lo poco y, en cambio, cuatro años pueden ser mucho, largos, extrañamente transformadores, llenos de ausencia. Ya hace cuatro años que te fuiste, dobladita como un cuatro, con dolor, mi niña, sin ser tú, sin decirnos adiós, cuatro años raros y todavía te sueño (siempre hermosa, siempre alegre, siempre llena de luz) y no he olvidado tus hoyuelos, ni tu risa ni tus abrazos largos y fuertes. 
A veces pienso que sigues aquí, que no te has ido, me resulta imposible creer que no estés, imagino que en cualquier momento llamarás y me citarás para un café, me pondrás deberes de vida y giraremos las cosas como un calcetín, del derecho y al revés, por el simple placer de verlo todo distinto, de discutirlo, de buscar alternativas, de reunirnos, de comer y reír y beber.
Te recuerdo llorando en mis brazos cuando volvió la enfermedad, pero poco, así te recuerdo poco. Te recuerdo más, como en la foto, saboreando una almendra, saboreando la vida. Te recuerdo cuando la mariquita se posó en tu mano en la playa y yo te dije que eso era una buena señal y las dos lo creímos , lo quisimos creer. 
Todavía guardo uno de los últimos sms que me enviaste: "Eres bellísima toda tú, todas tus cosas, no te escondas nunca, todo en ti vale, recuérdalo siempre y vive plenamente todo lo que te venga sin que nada te eclipse". 
Lo intento, guapa, no siempre puedo, pero nunca lo olvido, nunca te olvido. Sé que estás bien, no sé si has vuelto ya o dónde estás, pero mientras los que te queremos vivamos, estás en nosotros y no te olvidamos. Sigue en la luz, preciosa. T'estim.

domingo, 10 de febrero de 2013

Vuelta a la Atalaia de cals Reis (Alaró-Orient)

 10 km que me han parecido 20 en recorrido circular desde el pueblo de Alaró al de Orient
 Empezamos en Alaró subiendo por el camino de la fuente de las Artigues donde estas flores azules (aunque no logre sacar su azul en la foto) me traen muchos recuerdos...




 Algunos tramos de subidas o bajadas me han resultado un poco duros
 Las vistas de Orient son preciosas

 A la hora de comer, hemos recibido una "visita" muy interesante...



sábado, 9 de febrero de 2013

El vino

"La primera poesia que leyó fue la que encontraba escrita en las etiquetas de las botellas de vino, las que su madre agotaba con pasión desde que podía recordar. Era una alcohólica erudita, su madre, capaz de diferenciar, como el mejor catador, las tonalidades aterciopeladas y purpúreas, los aromas atrapados al final de la copa a violeta, roble o regaliz, a fruta roja o especias, la consistencia y el cuerpo balsámico de su medicina... 
Él creció viendo a su madre beber a todas horas y no le parecía extraño aquel comportamiento: los niños bebían agua y coca-cola; las mamas, vino y las posibles dudas que empezó a tener al respecto a medida que crecía las acunó convirtiéndolas en poesía, la que leía en cada reverso de botella. Así se hizo coleccionista de etiquetas de botellas de vino y las releía cuando la madre se quedaba dormida en el sofá, a veces antes de oscurecer, narcotizada por el efecto de los tanitos y los fermentos: ...en barrica de roble, destaca su aroma mentolado, fresco y equilibrado, con un ligero toque ahumado, de fuego primigenio...notas de especias con un amable bouquet de fruta madura...y el color púrpura del velo irisado, como una puesta de sol de verano, el cuerpo de algodón, el aroma a regaliz...
No es extraño que aprendiese, sin darse apenas cuenta, todos los secretos del mundo del vino. Cuando los amigos adolescentes descubrieron la cerveza, él ya había probado el Cabernet Sauvignon, el Chardonnay y el Merlot. Cuando sus amigos tenían fantasías con las formas redondas de los pechos femeninos, sus curvas deseadas eran las de la uva, llena y húmeda..."
                           (Fragmento traducido del cuento "Syrah" del libro "Camp de mèrleres" de Francesca M. Pujol Figuera)

jueves, 7 de febrero de 2013

Fiestas sorpresa

Cuando viajo, no necesito dormir en hoteles de diseño ni comer en restaurantes elegantes ínfimos bocados en enormes platos; me basta un bocadillo de queso y pepino con eneldo y me bastas tú a mi lado y mi cámara para inmortalizar bellezas. 
Cuando leo, no necesito el libro de tapas duras ni la más reciente edición de moda en los círculos x; me basta un libro de bolsillo y si es viejo, mejor, de esos de hojas amarillentas y olor a vainilla.
Cuando me compro unos pendientes, no necesito que sean de oro; me basta un pendiente sencillo de algún material natural, madera, barro, piedra sin el preciosa, pero que sean largos, eso sí.
Cuando alguien me demuestra su amor con una sorpresa no necesito nada más, ese es el regalo y hoy, mis chicas, generosas como se nos ha olvidado a los occidentales ser, me han regalado unos zapatos, un jersey, unos pendientes, un perfume y un pañuelo, han cocinado para mi algunos dulces, me han dicho "feliz año" en lugar de "feliz cumpleaños", me han hecho bailar música marroquí y yo he sido feliz con eso, bebiendo zumo en vasos de plástico con dibujos de pelotas de fútbol, he sido feliz soplando una vela con un uno (y no digo mi deseo que no se cumple y es para ellas), he sido feliz usando tenedores de plástico y recibiendo abrazos de henna, tanto como lo fui ayer recibiendo los sms y correos de mis amigos, los regalos y llamadas de mi familia, los pensamientos de algunos, a pesar de sus silencios y tus palabras dulces, siempre sosteniéndome de la mañana a la noche. 
Lo extraordinario de la selva es que siempre te sorprende.

martes, 5 de febrero de 2013

La selva

En esta selva hay trucos de camuflaje que hacen creer que puede ser un lugar plácido, que sale el sol, que las flores embellecen, que uno puede leer tranquilamente subido en un árbol. Sin embargo, las fieras acampan a sus anchas. Si no te mata un carnívoro lo hace un insecto venenoso; si no caes en un pozo, alguna tribu antropófaga te merienda en un santiamén; si no te traga alguna arena movediza, viene un mono salido y te viola; si encuentras a Tarzán, ni te ama ni te protege...
En esta selva que llaman City no hay niños ni luz...tanta vegetación, tanta planta carnívora, tanta bruma, tantos recovecos, tantos tesoros, tanto calor...pero a mí los pájaros me visitan. Por la mañana me cantan, por la tarde me visitan y todo parece a veces plácido, soleado, tranquilo y bello. Mañana cumplo 39.

lunes, 4 de febrero de 2013

Le entendía

Salgo de casa con el tiempo justo, la rutina enredada en los talones, las articulaciones rígidas, el paso cansado aún antes de iniciar el día. Bajo despacio los dos pisos de escaleras, dos llaveros en mis manos, uno con la matrioska azul y blanca que me compré en la sinagoga rusa, otro con la babucha de piel marrón que Karima me trajo de Nador. Hago tintinear las llaves, como si un pequeño sortilegio de sonido pudiera inundar mi día lunes de ánimo. Oigo los vecinos de la planta baja: la madre grita a los niños, ya llegan tarde al cole. Abro la puerta de la entrada mientras me abrigo, no llueve pero hace frío. 
De repente pasa corriendo un niño de unos seis años. Le grita a alguien, le dice: "es mentira, era broma, ven". Se para delante de mí y lo repite. Yo le veo de perfil sin saber a quién se dirige, ni me ha visto. Cuando inicio mi marcha hacia el coche, le veo gesticulando mucho: "no seas tonto, era broma, de verdad". Está hablando con un perro, un perrito pequeño, color canela, de ojos de azabache y colita inquieta. El perro le hace caso y vuelve a su lado. El niño no lo ha tocado, no lo ha cogido, sólo le hablaba, como si le entendiera. Y, ¿sabéis? le entendía.

viernes, 1 de febrero de 2013

El miedo

"Deja el miedo de lado, es una ilusión como todito. Si lo miras de cerca veras que pasa volando y nunca tiene ningún sitio donde afincarse excepto en la tierra de tu pensamiento"


Y el miedo voló, nadó en la miel, no se ahogó y cuando se topó con la hiel ahí quedó para siempre.