Alicante |
Trabajo con mujeres que caminan encogidas con los ojos mirando al suelo, que se ruborizan fácilmente si alguien las mira, que se ocultan en las sombras y en las esquinas, que tapan su belleza, que se sienten más frágiles que los hombres, que se limitan.
Convivo y me cruzo con mujeres que caminan contoneándose con los ojos mirando al horizonte, que miran si las miran, que andan en medio de la acera y realzan su belleza como pueden, que se sienten iguales que los hombres y sus límites no los alza el género.
Admiro a mujeres que caminan, que ven, que miran, que son belleza, buscan la belleza y dan belleza, que son fuertes, que no se limitan.
Quiero que llegue el día en que no haya que reivindicar a la mujer.
Ojalá pronto llegue ese día.
ResponderEliminarBesos.
Pd. Estoy leyendo "Camp de mèrleres" :) Felicitacions! Que bona escriptora ets.
Ei, Marta, mil gracias? Te gusta? me alegro mucho. Un abrazo fuerte!!
EliminarEvidentemente el mil gracias no va en interrogativo sino en afirmativo!!
EliminarYa ha pasado tiempo desde que los escribí. Seguro que hoy saldría algo diferente...Un beso!
Yo también lo deseo con toda el alma.
ResponderEliminarBesos.
Este mundo convulsiona. Tal vez se gire como un guante también en este aspecto. Confiemos...Besos!
EliminarFrancesca:
ResponderEliminarAyer leí varios blogs en el que se hacía un homenaje al día de la mujer desde el peor lugar, creo que hay algo que no está funcionando bien, si podría escribirse un texto con lo más bello, con lo mejor que tienen las mujeres. Como hombre me sentí metido dentro de la bolsa de los brutos bestias animales, cuando no creo que se pueda hacer esta generalización. Conozco infinidad de mujeres felices y realizada y multitud de hombres comprensivos y cariñosos, es más, creo estar dentro de esta última categoría.
Me permito dejar un corto escrito que subí a mi blog hace años:
Sé que hubieras preferido un perfume pequeño a un libro grande, ahora puedo darme cuenta, pero cuando pasé por la librería, dos tomos atrajeron mi atención desde la vidriera: Uno parecía estar dirigido sólo a mí (nunca había leído a Lovecraft) y el otro tuvo tu nombre desde el momento en que vi que agarrabas a Poe de mi biblioteca. Tal vez te sirva de consuelo saber que los cuentos de Poe tienen olor a historia, a grandeza, a infinito, a ingenio, a inmortalidad; y que el aroma que mejor te viste es el tuyo. Ése es el olor que más me atrae, el que me sentencia a ser Hombre, el que despide tu cuerpo sin nombre francés.
Un beso.
HD
Entiendo lo que dices, Humberto. Por supuesto que el hombre es maravilloso. También la mujer. Y por supuesto que hay hombres horribles. También mujeres. Yo supongo que es fácil caer en la dualidad, como siempre hemos hecho, y en la confrontación de sexos y supongo que cada uno escribe desde sus vivencias y bagaje, pero tener que seguir reivindicando la figura de la mujer resulta un poco patético y, para mí, evidencia, que todavía estamos muy lejos de normalizarlo. Como el tema de la homosexualidad. O los derechos humanos.
EliminarBonito cuento, lo que somos es seres humanos. Mil besos, Dib!
Lo más curioso es que se cruce una mujer sumisa con otra que mira al horizonte por la misma acera.
ResponderEliminarJa, ja, claro, puede ser, incluso que una misma mujer sea sumisa y valiente al mismo tiempo. También un hombre. :) Besades mil, estimat!
EliminarYo también quiero que llegue ese día!!!
ResponderEliminarCasi todas!
EliminarDesde luego que esperamos un día así. Pero también seguirá siendo necesario un día para no olvidar lo fácil que es recaer en comportamientos que llevan a la marginación.
ResponderEliminarbesos
Eso también! Besos!
EliminarI segons com ho miris, només hi ha una alçada d'ulls d'una a l'altra, tan fàcil i complicat alhora!
ResponderEliminarAferradetes, estimada!
Sí, Lluna, tots tan iguals i tots tan diferents. Besades!
EliminarAmén!
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