- Vaya -dijo ella con voz infantil-, esta felicidad no me cabe en el pecho.
- ¿El qué? -preguntó él con voz anciana.
- Tu abrazo, mi vida. Ahora, en este instante helado, tu abrazo me protege. Es una sensación indescriptible. Es la felicidad plena.
Cuatro ojos se nublaron a punto de diluirse en lágrimas. Todo era cierto. Y todo era mentira. Todo era eterno y todo desaparecería igualmente.
- ¿Qué te pasa? -preguntó él mientras bajaban por las escaleras mecánicas del supermercado. Se escuchaban canciones navideñas.
- Nada.
Eran las siete de la tarde del día de Nochevieja.
- Venga, sácalo! -la imitó él.
- Hombre, pues ¿qué quieres?, te pregunto qué vamos a cenar una noche cómo hoy y me dices "¿brócoli?", hombre, ¿pero esto qué es? vale que estamos pelados, pero un poco de magia, de imaginación.
- Es que no tengo hambre.
- Ni yo, pero ponle un poco de espíritu. Me desilusionas. Esto es la desilusión total.
Cuatro ojos se nublaron a punto de diluirse en lágrimas. Todo era cierto. Y todo era mentira. Todo era eterno y todo desaparecería igualmente.
"Todo era cierto. Y todo era mentira. Todo era eterno y todo desaparecería igualmente"...
ResponderEliminarOstres Xesca, a vegades veig pinzellades de budisme en els teus escrits !!!
Per cert, tens raó. El brócoli no mola el cap d'any...
Felipe, aquesta era la idea, que tot és relatiu, de ser conscients de aquelles accions reactives de les que parlavem un dia que ens provocaven les emocions. Budista o no, crec que sí que és sa, emocionalment parlant, pensar així.
EliminarReconozcámoslo, cenar brócoli es una putada en nochevieja y cualquier otra. Aunque está claro que todo es relativo.
ResponderEliminarA mi el brócoli me gusta bastante. Pero en Nochevieja, no, definitivamente. :)
EliminarUffff, me has dejado con mal sabor de boca.
ResponderEliminar¿A Brócoli? :) ja, ja...
EliminarEn nochevieja y cualquier otra noche.
ResponderEliminarEl brócoli debería estar ilegalizado.
Jolín, no, que es sanísimo. Con sal y aceitito de oliva está riquísimo. Pero en Nochevieja no! :)
EliminarMejor con aceite de oliva y pimienta... y en Nochevieja mejor que nunca! ;)
Eliminar:) Mejor que nada desde luego
EliminarCon abrazo feliz, lo demás sale sobrando, muchos no lo tienen, con todo y la estupenda cena... ¿no?
ResponderEliminarBesos.
Claro, agradecida por los abrazos. Pero precisamente lo que quería transmitir con este texto es la conveniencia de relativizar lo más posible las cosas y no dejarnos llevar excesivamente por las emociones. Todo pasa, querida Sara. Un beso.
ResponderEliminarI jo que crec que el "brócoli" era l'essència del moment ... en una nit vella o en una nit qualsevol, l'abraçada, la presència, els sentiments ho eren tot, o no?:)
ResponderEliminarAferradetes.
Por tantas cosas pueden aflorar las lágrimas...
ResponderEliminarQué bien lo has contado.
besiños :)